jueves, agosto 02, 2007

Noches de ollas

Tengo que hacer memoria para recordar el último apagón general que me tocó. Creo que tendría que remontarse hasta inicios de los noventa en Lima, cuando los atentados que Sendero Luminoso hacía se sentían con mayor fuerza en la capital. Bombazo, torre de alta tensión abajo y corte de electricidad. Que casi siempre conllevaba al corte de agua y de allí que los recuerdos más que de las noches a velas sea de duchas con balde y jarrito. La fuerza de la costumbre nos hizo asumir los hechos de forma resignada.

Barcelona, 15 años más tarde: Apagón. Más de media ciudad sin suministro eléctrico. Semáforos e iluminación pública incluidos ¿Sabotaje? No, la cosa es bastante graciosa. Se soltó un cable en una estación eléctrica de la zona oeste de la ciudad y jodió los generadores de la zona este. Las empresas Fecsa-Endesa y la Red Eléctrica Española hasta el día de hoy se echan la culpa mutuamente, que el cable le pertenecía a una, que la otra no hizo caso a fallos anteriores, que el Estado no invierte en Cataluña, que negligencia, etc. En casa nos resignamos a comer pan (la cocina es eléctrica) e irnos a la cama temprano, cuando en eso un ruido lejano nos causó extrañeza. Curiosidad que crece cuando se acerca y constato lo que sospechaba. Gente empuñando y golpeando ollas y sartenes, al grito pelado de "¡Queremos luz! "¡Queremos luz! ¡Queremos luz!". No, no es broma.

La cacerolada se repitió por 2 noches más. A nosotros nos tocó la suerte de tener la luz de vuelta al día siguiente, pero hubo gente que estuvo 3 o 4 días desconectada. Pensemos que la gran mayoría organiza su dieta semanal en base a sus congelados, que ya sabemos a donde fueron a parar, por no mencionar lo que pasó en restaurantes y bares. A servidor solo se le malogró el tofu. Como el freezer del chiste que tenemos por refrigerador (problema de diseño, más no de antigüedad) no congela y se limita a botar hielo, lo que si nos pasó fue tener el piso de la cocina inundado.

Ahora media ciudad funciona en base a generadores temporales de gran tamaño que funcionan a gasolina (traducción: grupos electrógenos), que están puestos por todos lados. Así que si te tocó la suerte, no solo tienes un motor en constante funcionamiento al frente, si no, a veces, hasta humaredas negras que se elevan y crecen de forma alucinante. Y así dicen que estaremos por al menos unos 3 meses, en donde no se descartan que haya más cortes eléctricos.

Hace un año fue el aeropuerto. El personal de tierra entró en huelga súbitamente y bloqueó las pistas de aterrizaje, ocasionando lo obvio. Ahora esto. Y yo todavía sigo oyendo a la gente que reclama "¡Esto parece el Tercer Mundo!".

No hay comentarios.: